miércoles, 18 de abril de 2018

Oxalis pes-caprae, de sudafricana a cosmopolita

Se podría decir que esta plantita endémica de Namibia y de la región de El Cabo en Sudáfrica es toda una campeona de la supervivencia. A pesar de no producir semillas fuera de su región de origen, con los bulbitos de sus raíces ha conseguido invadir todas las tierras costeras de la cuenca mediterránea, algunas zonas europeas cercanas al océano Atlántico, Estados Unidos, México, Australia, India, Pakistán, Japón, China, Nueva Zelanda, etc... y continúa expandiéndose. Las condiciones para su propagación son un clima suave cercano al mar y una cierta humedad en la tierra, de ahí su especial querencia por las plantaciones de cítricos.

Es una planta que entra en estivación en verano, secándose sus partes aéreas a finales de la primavera y rebrotando de sus bulbitos a principios del otoño. Este reposo estival le permite sobrevivir a la extrema sequía de los veranos en la cuenca mediterránea.

 Sus flores se abren en ramillete al final de largos tallos de hasta 40 centímetros. Dichos tallos eran una golosina en mi niñez por su picante y refrescante sabor ácido. Los niños arrancábamos un tallo y lo masticábamos. Era el equivalente actual a una chuche que no nos costaba nada. Crecía en abundancia en las cunetas de todos los caminos. Lo llamábamos "vinagrella" en mallorquín. 

Entonces yo ignoraba que su consumo no es nada saludable por su extrema riqueza en ácido oxálico, muy tóxico para la sangre, donde se combina en forma de sales con el calcio y el magnesio, provocando una rápida disminución de dichos minerales en el suero sanguíneo (hipocalcemia e hipomagnesemia) y también para los riñones por su facilidad en combinarse con el calcio de la orina y formar arenillas y cálculos de oxalato cálcico, causa frecuente de dolorosos cólicos nefríticos y otros problemas renales.

  Sus vistosas flores intensamente amarillas son comestibles en pequeñas cantidades, al contener menos ácido oxálico. Se pueden añadir a las ensaladas.

A las abejas les encanta su néctar. No se sabe exáctamente cuál es la causa de su infertilidad fuera de la región austral africana. El hecho es que sus flores muy raramente producen semillas y si las producen son inviables. Algunos botánicos atribuyen su infertilidad a la ausencia de sus polinizadores específicos, aunque es más lógica otra teoría que dice que es una planta autoestéril que necesita la polinización cruzada, la cual resulta imposible en la cuenca mediterránea, al proceder todas las plantas de un único clon reproducido millones de veces a través de los bulbitos. Al tener todas las plantas el mismo genoma clónico no aceptan el polen de sus hermanas gemelas. 

Un caso curioso es el de las Oxalis pes-caprae que han invadido el oeste de Australia. Allí si producen semillas viables en pequeñas cápsulas. Se supone que es debido a que las plantas proceden de varios clones sudafricanos diferentes, mientras que en el mediterráneo todas las plantas derivan de un único clon cultivado en los jardines como ornamental que posteriormente se asilvestró y se convirtió en una plaga.

Es una planta muy bonita que llega a cubrir campos enteros en forma de alfombra amarilla. Es una pena que sea tan invasora.

 Sus hojas son parecidas a las del trébol.

 No les gusta demasiado el sol intenso del mediodía y para evitarlo se pliegan sobre si mismas hasta la tarde.

 En su envés y en sus bordes están cubiertas de pelillos.

 Planta completa surgida de un bulbito tras las primeras lluvias otoñales.

 Detalle de un bulbito.

Está lleno de nutritivas sustancias de reserva que permiten a la planta brotar vigorosamente después de la estivación. Cada planta suele producir hasta 20 bulbillos.

 Hay una variedad tetraploide con doble dotación cromosómica que produce flores muy bonitas con un elevado número de pétalos. Recibe el nombre de Oxalis pes-caprae "florepleno" o "pleniflora".

 Esta variedad de jardín también asilvestrada es bastante escasa, aunque tampoco resulta difícil encontrar alguna en las cunetas y veras de caminos. Son flores parecen pequeñas rosas amarillas con tintes rosados.

 
Las manchas rosadas desaparecen al abrirse completamente las flores.