sábado, 20 de mayo de 2017

Injerto de Escudete de mandarino sobre un patrón de limonero

El injerto de ESCUDETE es uno de los más fáciles de realizar. Para mostraros los sucesivos pasos del método voy a utilizar fotos antiguas que hice hace 14 años combinadas con fotos de hoy mismo. Las antiguas son de peor calidad, pero las aprovecho por lo bien que esplican el proceso.

El Escudete es un método excelente para injertar cítricos y cualquier otro árbol de corteza fácil de despegar. Por supuesto debe realizarse cuando la planta está en plena vegetación, es decir, con el máximo de savia circulando bajo la corteza, nunca en otoño ni en invierno. 

Se puede hacer a OJO VELANDO desde finales de marzo hasta mediados de julio, época en que la yema del escudete va a brotar a las pocas semanas y tendrá todo el verano para crecer. También puede realizarse a OJO DURMIENTE desde finales de julio hasta finales de septiembre. En este caso la yema del escudete no suele brotar hasta la siguiente primavera.

 Se empieza por realizar un corte en T en la corteza del patrón, en este caso un limonero. A continuación se despega la corteza de las dos "ventanas" del corte dejando a la vista el CAMBIUM blanco y jugoso, que es la única parte del árbol que crece: hacia fuera forma la corteza o FLOEMA y hacia dentro la madera o XILEMA.

 En el paso siguiente se procede a despegar un escudete de corteza de la variedad de cítrico que queramos injertar, en este caso un mandarino.

Ahí tenéis el motivo por el que se le llama escudete. Tiene la forma de un escudo medieval en miniatura. Las tres fotos anteriores tienen 14 años. Os ruego discupéis la mala calidad.

En este escudete de hoy se ve un detalle muy importante. A ser posible el trocito de corteza debe contener una yema con su respectiva hoja.

 La hoja sirve para manipular el escudete, evitando así tocar el cambium con los dedos para que no se contamine con las bacterias de nuestra piel.

Cara inferior del escudete anterior con el cambium tierno y jugoso. Los puntitos que se aprecian en la parte central se corresponden con el tejido meristemático de la yema.

La hoja se corta dejando el pecíolo.

Otro escudete con la hoja cortada.

El pecíolo no sólo sirve para manipular el escudete sin contaminar el cambium, sino también para alimentar al escudete mientras el cambium del patrón se fusiona con el del escudete, momento en que el pecíolo cae tras realizar su función.

Mismo escudete anterior.

En esta imagen se ven muy bien los puntitos del meristema de la yema.

 Otro escudete que injerté hace veinticinco años con el detalle de la yema. La foto es antigua y de baja calidad, pero se ven bien los puntitos meristemáticos de la yema por su cara interna.

En el paso siguiente se procede a introducir el escudete bajo las dos ventanas del corte en T del patrón.

Al introducirlo se debe procurar que la parte superior del escudete coincida con la raya horizontal de la T del corte. De esta manera habrá una continuidad de ambas cortezas una vez los cambiums se hayan fusionado.

Uno de los injertos de hoy en el proceso de introducción del escudete en el corte.

La parte superior del escudete contacta con la línea horizontal de la T.

 A continuación se ata con cinta plástica de injertar o con rafia, dejando fuera el pecíolo que alimentará con sus jugos al escudete durante la semana que necesitan ambos cambiums para fusionarse. Cuando esta unión se haya producido el patrón cederá su savia al escudete y lo hidratará y alimentará. El pecíolo entonces se desprenderá fácilmente dejando una pequeña herida bien verde en la corteza del escudete, lo cual querrá decir que el injerto ha sido un éxito.

A los 15 días ya puede desatarse el injerto, volviéndolo a atar de nuevo más suavemente dejando la yema descubierta. Cuando ésta empiece a brotar ya se podrá retirar la atadura de forma definitiva.



sábado, 13 de mayo de 2017

Frito mallorquín de lomo de cerdo con hinojo silvestre y miel de azahar

Una tapa deliciosa o un segundo plato para chuparse los dedos


INGREDIENTES PARA CUATRO PERSONAS

 - 600 gramos de lomo de cerdo.
- 2 pimientos rojos medianos.
 - 1 kilo de patatas de freír.
- 3 cebolletas tiernas.
- 1 puerro grande.
- 3 alcachofas.
- Una cabeza de ajos.
- Un manojo de hojas tiernas de hinojo silvestre.
- 3 cucharadas soperas de miel de azahar.
- 1/2 litro de aceite de oliva virgen extra. 
- Una pizca de pimentón picante.
- Una cucharada sopera de pimentón dulce.
- Pimenta negra al gusto.
Sal marina.

 Se trocean todos los ingredientes a cuadritos y se van friendo por turnos, empezando con las patatas y los ajos pelados y partidos por la mitad. Una vez en su punto se sacan de la sartén, se salpimentan y se reservan.

 En el mismo aceite se fríe el lomo, los pimientos rojos y las alcachofas. Al cabo de dos minutos se añaden las cebolletas y el puerro y al final de la cocción el hinojo troceado, las tres cucharadas de miel, la cucharada de pimentón dulce, la pizca de pimentón picante, la pimienta negra al gusto y la sal marina.

 Una vez fritos todos los ingredientes se mezclan con las patatas y los ajos, se les dan varias vueltas, se apaga el fuego y se deja reposar cinco minutos para que se integren todos los aromas y sabores.

Flor de naranjo.

 Se puede servir como una tapa, como un segundo plato o incluso como plato único, acompañado de un vasito de vino tinto.

Flor de limonero.

 Está tan bueno como el clásico "Frit de llom", que se sirve en los bares como una tapa, pero con el delicioso añadido del fantástico dulzor de la miel de azahar que carameliza todos los ingredientes. Os aseguro que me ha sabido a gloria.

¡Buen provecho, amigos!

sábado, 6 de mayo de 2017

Injerto de Chip mallorquín de higuera turca Bursa Siyahi sobre cabrahiguera silvestre

Las higueras se pueden injertar de muchas maneras: escudete, chapa, corona, inglés, hendidura, etc..., desde principios de abril hasta principios de julio, siendo el mejor momento alrededor del día de San Juan, 24 de junio. Por propia experiencia y después de ensayar todos los métodos posibles el que me ha dado mejores resultados es el Chip mallorquín, un injerto tan antiguo que se remonta a nuestros antepasados musulmanes andalusíes, excelentes horticultores y arboricultores, que adoraban las higueras tanto como las palmeras datileras. En su querida Taifa de Balansiya (Valencia) crearon el maravilloso Palmeral de Elche con palmeras traídas directamente de sus dominios en el otro extremo del Mediterráneo, concretamente de Mesopotamia. Con los retoños babilónicos de las palmeras también trajeron consigo variedades ancestrales de higueras mesopotámicas, antepasadas de nuestras queridas higueras actuales, como las fantásticas Burjassot blanca y negra, Coll de Dama blanca y negra, Albacor, Rotja, Blava, Martinenca, Verdal, ...


LAS DOS HIGUERAS PROTAGONISTAS.

Higuera turca Bursa Siyahi.


Hace dos años mi amigo Montserrat Pons i Boscana, el mayor experto en higueras del mundo, que durante más de cuarenta años ha creado con sus propias manos el mayor Higueral del mundo en su fantástica finca de Son Mut Nou, viajó a Turquía en busca de variedades de higueras asiáticas para ampliar su vasta colección, y a su vuelta me trajo una auténtica higuera turca de la variedad Bursa Siyahi. Yo llevaba años obsesionado con conseguir esta fantástica higuera y Montserrat me la regaló ya enraizada. ¡Muchas gracias, amigo! 

Esta variedad turca pertenece al tipo de higueras llamadas de Esmirna, que necesitan ser polinizadas por la avispilla Blastophaga psenes con el polen de un cabrahigo silvestre para madurar sus frutos. Es considerada la mejor del mundo. Produce unos higos morado-rojizos muy grandes y dulces, que los agricultores turcos cultivan en grandes plantaciones para exportarlos casi exclusivamente a Alemania, donde son muy apreciados por su extraordinaria calidad.

Dos años después de plantarla en mi jardín mi higuera Bursa Siyahi ha triplicado su tamaño. Está magnífica y crece con un vigor inusitado. No cabe duda de que le encanta Mallorca.

Sus hojas son muy grandes de un color verde intenso.

La mayoría son pentalobadas con dos pares de lóbulos laterales y uno más grande central. 
 
Higos Bursa Siyahi maduros día 2 de septiembre.

Cabrahiguera silvestre.

Como pie o patrón he utilizado un cabrahigo o cabrahiguera silvestre procedente de una semilla defecada por un ave, que germinó junto a una pared de mi jardín y yo la trasplanté a una maceta.

Aquí la véis bien lozana con la brotación primaveral. Antes de practicarle el injerto la he regado en abundancia. Sobre la tierra de la maceta pongo piedras para que la humedad de los riegos se mantenga más tiempo y para evitar que los mirlos escarben en ella. De paso el peso de las piedras también le da estabilidad para que los fuertes vientos del sureste (Xaloc o Sirocco), que soplan con mucha fuerza en mi jardín, no tumben la maceta.

HERRAMIENTAS Y MATERIAL


Cuchillo de Injertar

Se puede comprar en cualquier ferretería.


Cinta plástica para injertar cítricos.

Estas cintas son ideales para los injertos de escudete, chapa o chip mallorquín.

También se pueden encontrar en ferreterías y en tiendas online de internet. Son muy baratas. 

 Para empezar se hace un pequeño corte en el patrón levantando una lengüeta de corteza con un poco de madera.

 Tres o cuatro centímetros más arriba se hace otro corte que termina en la lengüeta inferior.

 Así debe quedar el corte del patrón que va a recibir el chip.

Aquí se ve bien la lengüeta.

 
El cambium es muy importante para entender el milagro de los injertos. Es la única parte de los árboles que crece. Tiene dos capas de crecimiento: hacia dentro forma el xilema o madera y hacia fuera el floema o corteza. 

 Vigorosa brotación primaveral de la higuera Bursa Siyahi.

 Se elige una yema nueva con su respectiva hoja y se realizan los mismos dos cortes que ya hemos visto en el patrón.

 Se obtiene así un chip de corteza con un poco de madera tierna y el respectivo pecíolo de la hoja. Ésta se elimina y se deja el pecíolo para que con sus jugos alimente el chip mientras ambos cambiums se van uniendo.

Superficie interna del chip mallorquín. 

He dibujado un círculo alrededor del meristema germinal de la yema.

En esta imagen he señalado el cambium del chip que se ve como una línea más oscura con sus dos capas de crecimiento.

 Este chip corresponde a un injerto que realicé con éxito hace muchos años. Tiene una forma perfecta. El chip debe manipularse cogiéndolo por el pecíolo, evitando así contaminar los tejidos del corte con las bacterias de nuestros dedos.

 El corte inferior se acopla perfectamente en la lengüeta del corte del patrón.

Cara interna del chip anterior. Los restos del xilema parcialmente lignificado se ven blancos y el cambium propiamente dicho se ve como una línea verde.

El cambium señalado con una flecha. Al acoplar el chip al corte del patrón, ambos cambiums se pondrán en contacto y al crecer uno contra el otro sus células meristemáticas se entremezclarán y se producirá su unión, momento en que el chip de Bursa Siyahi empezará a recibir  agua y nutrientes del cabrahigo.

 Acoplamiento del chip mallorquín en el corte del patrón.

 El chip es una imagen especular idéntica a la parte retirada del patrón.

 Seguidamente se procede a atar el injerto, dejando fuera el pecíolo, que alimentará con sus jugos al chip mientras se va consolidando la unión. Si todo va bien a los 8 ó 10 días el pecíolo ya habrá finalizado su función y al tocarlo levemente se desprenderá, dejando en el chip una marca bien verde. En el caso de que el injerto haya fracasado la marca que dejará será marrón o negruzca, señal inequívoca de la muerte del chip.

Trabajo finalizado. Si el chip agarra, a los 15 - 20 días ya se puede retirar la cinta de injertar. Y en cuanto la yema empiece a brotar, se corta la parte del patrón situada por encima del injerto. En el caso de que el chip agarre y se vea bien verde pero se resista a brotar, también se debe cortar la parte superior del patrón para obligar a la yema del chip a crecer.

Os mantendré informados de su evolución. 

EDITO A LOS 15 DÍAS PARA QUE VEÁIS LA EVOLUCIÓN DEL INJERTO.


 Tras 15 días de la realización del injerto el pecíolo sólo se ha secado en la punta, lo cual significa que el chip casi no ha precisado de sus jugos y practicamente desde el primer día ha sido alimentado por la savia del patrón.

Ante la contundente evidencia del éxito del injerto he procedido a retirar la atadura.

 En la base del pecíolo, justo en su unión con el chip, se aprecia muy bien una línea blanquecina, que corresponde al tejido de dehiscencia que se forma cuando el pecíolo ya no es necesario para la supervivencia del chip. Literalmente el chip se desprende del pecíolo formando una capa muy quebradiza, de manera que con un simple roce de un dedo el pecíolo se desprende y cae, signo inequívoco del éxito del injerto.

 He rozado casi sin presionar el pecíolo con un dedo y éste se ha desprendido sin ofrecer ninguna resistencia.

La herida tan verde que ha dejado el pecíolo significa que el chip está bien vivo y ya se alimenta de la savia del patrón. En caso de fracaso, el pecíolo se desprende con dificultad y la herida que deja es marrón como lo es también el chip por haber muerto.

Ahora hay que esperar unas semanas a que la yema empiece a brotar. Si no lo hace se la puede estimular cortando la parte superior del patrón, forzando así su brotación.